por
el
Categoría
Link

Donde duermen las arañas – Por Andrés Angelero

El gol, el idioma universal del fútbol, ¡qué sentimiento tan irreal como genuino! Momento en que tu equipo convierte: el tiempo flota y parece detenerse por un instante, la algarabía incomparable de los simpatizantes es expresada en un mar de auténticos y leales abrazos que no entienden de conocidos o familiares. Mientras caminábamos por Pocitos, un amigo argentino me comentó efusivamente: “¡el otro día encontré el lugar donde se convirtió el primer gol en un mundial!”…

Ser el primer país organizador y campeón de un mundial es un orgullo inobjetable e intacto que despierta una mística y palpita en el corazón de cada uruguayo, más si se es amante del deporte; por esta razón sabía de lo que él hablaba. Pero notar lo que ocasionó en él, me causó una extraña y agradable sensación. Seguramente debido a su nacionalidad, porque no olvidemos que la final del primer mundial fue precisamente entre Uruguay y Argentina, contendientes de todas las horas. ¿Cuántos uruguayos (futboleros o no) conocen este lugar y saben de qué se trata?

BOTAS BALÓN

Para los que pensaban que éste primer gol fue en el Estadio Centenario, se equivocan! Por atrasos en las obras del mismo, uno de los partidos inaugurales entre Francia y Mexico se disputó el 13 de julio de 1930 en el hoy inexistente estadio de Peñarol “El Field de los Pocitos” (intersección de las calles Coronel Alegre y Charrúa), al igual que el Estadio Centenario obra del arquitecto Juan Antonio Scasso. En el año 2002 el arquitecto Héctor Enrique Benech realizó una compleja investigación para determinar la ubicación exacta del ya extinto campo de juego y del arco donde el jugador francés Lucien Laurent inmortalizó “el gol”. Recurriendo a instituciones como el Centro Municipal de Fotografía, el Servicio Geográfico Militar y la Dirección Nacional de Meteorología, entre otras, fue como se logró obtener la orientación del campo de juego. Al cabo de cuatro años, en el 2006: el Museo del fútbol, la Intendencia de Montevideo y Coca-Cola co-organizaron el concurso “En busca del arco perdido” para homenajear el primer gol en la historia de los mundiales. El arquitecto Eduardo Di Mauro resultó ganador con sus proyectos “Cero a cero y pelota al medio“ y “Donde duermen las arañas”, que consistieron en recordar el arco y centro de la cancha. Monumentos que emergen en forma de cicatrices artificiales con intención de recordar las originales.

Talvez estos monumentos no han tenido importante difusión ni están ubicados en puntos neurálgicos de la ciudad para ser detectados con facilidad. Pero parece que solo el extranjero siente el deseo de caminar por calles “desconocidas”, levantar la mirada, observar el entorno y disfrutar de su andar. Cuando uno viaja se dice que todos los sentidos se agudizan. Entonces, ¿por qué no “estar de viaje” en nuestra propia ciudad? Años de habitarla no alcanzan para conocerla y entenderla. ¿Cuánta arquitectura y/o monumentos como estos existen derramados por la ciudad que la gente ignora por andar inmerso en la rutina y transitar siempre el mismo camino de ida y de vuelta? Re orientemos el rumbo y dejémonos sorprender.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


Este sitio usa MATA-HOYGAN para eliminar el Lenguaje HOYGAN y Censurar el Lenguaje Obsceno.