Relocos y repasados, Andrés y Elías se juntan una noche sobre un puente a fumar su último porro veraniego. En el camino a su casa, Elías encuentra escondido un estuche que contiene cinco tipos distintos de drogas: marihuana, cocaína, LSD, éxtasis y ketamina.
Rumbos inesperados y cuentos desenfrenados del director Manuel Facal, Nerd but not least*.
Manuel, perdonáme la pregunta pero ¿tenés idea de la reacción de tu mamá al ver tu película?
M.F.: Mi madre en realidad es bastante abierta, siempre fue bastante abierta, incluso una vez cuando era chico me acuerdo que me dijo: “si querés drogarte, tenés mi permiso, si querés experimentar y probar, tenés mi permiso”, y yo a esa época era tipo “anti”, no era “straight edge” pero casi, tipo “no, yo no tengo interés” (se ríe). Yo en realidad empezé a los 22 años a probar cosas. Siempre fue una psicología inversa con mi madre…
Sí, yo creo que cuando los padres prohiben, es la mejor manera para que los gurises prueben, no?
M.F.: Claro! Obviamente en la película hay mucho de eso, no? Aunque no sea un caso muy mío, está inspirada en padres de mis amigos, suegros, ex-suegros.
¿Justamente, cómo surgió la idea del guión? ¿Estabas bajo influencia, te surgió al tener la cabeza pegada con vómito en el water? Contáme un poco!
M.F.: (Se ríe). Fueron varias veces, tenía una idea, y una otra, al final las junté todas pero originalmente fue cuando fui a ver “Superbad”, me acuerdo haber leído que los guionistas la habían empezado a escribir cuando tenían 13 años, y la estrenaron a los 20 y pico, y tenían mi edad…obviamente, no estoy en Hollywood, yo estoy acá, en Uruguay, pero igual me llegó y me dije “capaz que puedo hacer algo como esto”, escribir una comedia sobre mis amigos, una comedia de adolescentes y de joda, que sea personal y a la vez que sea comercial, para que muchos se puedan identificar con ella… porque yo estaba terminando la escuela de cine y estaba en una especie de pánico, no sabía qué hacer con mi vida… Acá en Uruguay, como no hay industria, no salís de la escuela y empezás enseguida a trabajar y a hacer películas, no existe! Entonces me preguntaba “¿qué hago? ¿qué hago?”… y tenía proyectos pero más tipo de terror, o más bizarros aún, que no tenían mucha chance que fueran financiados por el estado, entonces me puse a escribir algo más “normal”, más que nada para tener una seguridad mía.
Hablame un poco de Achuras, ¿es un largo que hiciste con tus amigos, sin tener plata, no?
M.F.: Sí, en ese momento yo vivía en Maldonado con mi amigo Pablo [Praino], que estaba interesado en hacer cine también, y en vez de hacer un corto, que es lo que uno se supone que se tiene que hacer cuando empieza, decimos “Nah! vamos a hacer una película”. Entonces estuvimos un año haciéndola, sin saber nada, y esa fue como la verdadera escuela de cine…
Y un año, supongo que los fines de semana o cuando podían, no?
M.F.: Sí, cuando podían nuestros amigos porque eran muchos actores, y de repente tenían que estar todos juntos en una sola toma y si dos no podían ese día, no se podía filmar… todo ese tipo de cosas fue aprender a los golpes. El resultado fue una película que es… “mirable” (se ríe), está en Youtube, se puede ver y está completamente amateur. Parece que la filmamos jodiendo pero en realidad yo me la tomé muy en serio, yo pensaba “Pah! esta película es una película re-importante”, y después de eso fue que entré a la ECU. Con Pablo [Praino], nos mudamos a Montevideo, y ahí empezamos la escuela de cine, y conocimos a Joaquin [Tomé], y ahí realmente tuvimos un grupo de amigos con los cuales empezamos a hacer cortos….
¿Y cómo fue? La productora de Relocos… vió Achuras y….
M.F.: (Se ríe) Por suerte no! No, yo tenía un amigo, Maxi Contenti, quien es editor y trabajaba en esa productora y me contó que buscaban guiones y nuevos proyectos. Fue así que mandé éste que tenía escrito.
¿Cuál fue la primer droga que probaste?
M.F.: Ether! (se ríe mientras mis ojos redondos traicionan mi ser escandalizado). Sé que suena muy extraño!. Mirá, yo no me drogué, ni me alcolicé, ni nada hasta los 22… Yo vivía en Maldonado, era muy “nerd”, no quería probar nada… y cuando me vine para Montevideo y conocí a mis amigos, fue de golpe un año en que tuve primeras experiencias en todo, primera novia, alcohol por primera vez, en fin, todo a la vez, y con eso llegaron las experiencias con las drogas, y en realidad antes de probar porro, estaba con mi novia y ella me dijo “ether se llama, lo pones en un coso, lo olés y nada… es re-divertido”, (se ríe a carcajadas), – por más que es re-peligroso- precisa él, y nada, nos juntamos una vez y le pusimos ether a las medias y nos pusimos a bailar con un disco de Elvis, y era muy parecido a esa escena de Fear and Loathing in Las Vegas, cuando Johnny Depp y Benicio Del Toro entran al casino (se pone de pie, plegando el cuerpo en dos, poniendo cara de loco paranoíco asustado)…
Creo que nunca estuve tan drogado en toda mi vida!…
¿Tiene que ver algo la ley de despenalización del cannábis con el estreno de ReLocos…? ¿Lo hiciste a proposito?
M.F.:
Una casualidad total… para mí, bendita, muy buena, porque ya empezaron discusiones en internet con los críticos y los demás, y por lo menos en vez de sólo acusarme a mí, acusan también al gobierno…
Y justamente, ¿cuál sería el mensaje para los padres de los gurises que van a ver la peli?
M.F.: Obviamente es un reflejo de nosotros y en realidad el mensaje es que la vayan a ver y saquen sus propias conclusiones. Pero yo creo que son evidentes las conclusiones que van a sacar, porque es eso, somos mis amigos y yo, (y hay mucha gente que está en esta situación y muchos padres que no tienen ni idea), y supongo que se van a dar cuenta… en fin, no sé cual es el mensaje, no quiero dar mensajes (se ríe)…
Es una comedia de errores y drogas, que es un juego de palabras para que no sepas bien si las drogas son errores o si son los errores por un lado y las drogas por otro, eso es como mi mensaje, que no es un mensaje, es un antimensaje (se ríe), ustedes decidan si las drogas son errores o no, en realidad depende de cada uno… creo que la película es lo que acentúa, la responsabilidad es de cada uno…
¿Con qué droga fue tu primer mal viaje?
M.F.: Fue con porro. Tuve un ataque de pánico y fue horrible, o sea no dejé de fumar porro (se ríe) pero me hizo parar. Fue muy al principio cuando yo no sabía nada, no tenía idea, era muy de descubrir, y de repente me pregunto “y qué pasa si sigo fumando, y fumando, y fumando?”. Y no sé, fue muy raro, o sea no me lo diagnosticaron pero estoy seguro que era un ataque de pánico porque nunca tuve una cosa parecida a esa y fue como pensar que me había vuelto loco, completamente loco, y que nunca me iba a salir de eso, y me encerré. Los sonidos eran casi psicodélicos, fue muy raro… me venían melodías a la cabeza, fue muy extraño… vomité, -que nunca me pasí después! -….
¿Cuál es la mejor droga para vos?
M.F.: Porro, marihuana… Definitivamente! (se ríe a carcajadas)
¿La cosa prohibida más placentera?
M.F: Fah, me mataste! Mi madre nunca me prohibió nada, y por esto nunca lo hice, hasta que llego un punto que quise probar, tuve un período en el que probé casi todo, y después me quedé con el porro… en realidad la que me parece que es buena y saludable es… bueno en realidad depende de cada uno, hay gente que no debe fumar porro, pero a la gente que le hace bien, le hace bien (me pone una cara de “esto fue cualquiera, no?!”, se ríe).
No sé, los placeres no deberían ser culpables, no?
¿Te imaginás una sociedad en la cuál todos estuviéramos repasados?
M.F.:
Wuauw! Capaz que va a pasar ahora! Eso va a ser interesante de ver para mí, o sea, no sé qué va a pasar pero creo que no va a ser contraproducente, creo que la gente va a ser más relajada, más inspirada capaz… no sé… estaría bueno que se abrieran más las puertas para darle una chance a la gente que sea responsable de sus acciones, porque hay una cuestión muy paternalista, de que “no, no, la gente no sabe manejarlo”, lo que es verdad, hay gente que no sabe manejarlo pero cuanto más se reprime, menos educación, no? Y autoeducación! Porque no se trata solamente de la cuestión de enseñarle a la gente cómo hacer, sino que también la gente aprenda cada uno por su lado, continuando el aprendizaje individualmente… yo soy muy autodidacta en ese sentido, hablo de mi lado… en fin, la educación en general es importante… mi recuerdo de la educación sobre las drogas en el liceo, era que ponían todo en la misma droga, eso lo fuí aprendiendo en la calle, ahí eso es más peligroso que si se educara y si se hablara más sobre el tema… pero eso no es el trabajo de la película… lo máximo que hago en la película educativamente es cuando aparecen las drogas en su forma gigante, decir los efectos de cada una, nada más.
*Nerd pero no de menos!