Tras el final de los Beatles en 1970, John Lennon publicó “John Lennon/Plastic Ono Band”, un excelente álbum autorreferencial que dio comienzo a su carrera solista. Su concepto se basó en la terapia del “Grito Primal”, una técnica creada por el doctor Arthur Janov que consistía en revelar los traumas de la niñez a través del llanto. A partir de su influencia se puede notar que en las once canciones que conforman el disco, Lennon abre las heridas del pasado para mostrarse como realmente es: un hombre marcado por el abandono de sus padres que trata de descubrirse a sí mismo.
Para sorpresa de muchos, el sonido de este álbum se distancia enormemente de “Abbey Road” y “Let It Be” (los últimos trabajos que grabó con los Beatles). Aquí, la mayoría de las canciones tienen un sonido sucio y agresivo en el que las letras parecen desembocar en un disco oscuro y depresivo. Sin embargo, vale la pena decir que entre tanta furia se pueden encontrar canciones tan hermosas como “Love” y “Hold On”, que muestran el lado romántico del artista.
El álbum abre con el sonido de unas campanas de iglesia que recuerdan a una marcha fúnebre y que inmediatamente dan paso a “Mother”, una desgarradora canción en la que Lennon revive el dolor causado por el abandono de sus padres. Para comprender la letra es necesario tener en cuenta que Julia, su madre, falleció cuando él tenía 17 años, y Alfred, su padre, estuvo ausente durante toda su niñez. El sonido tenso que transmiten los fuertes acordes de piano y la batería se refuerzan cuando el cantante lanza frases como: “Padre tú me dejaste, pero yo nunca te dejé/Yo te necesitaba pero tú no”. Sobre el final del disco, el artista retoma este dolor en “My Mummy’s Dead”, un tema en el que se acompaña de su guitarra acústica para cantar con un tono monótono: “Mi madre murió/ no puedo sacármelo de la cabeza a pesar de que hayan pasado tantos años…”.
Además de recordar el dolor que marcó su infancia, Lennon se anima a reflexionar sobre sí mismo en “Isolation”, una canción en la que revela sus miedos y su sentimiento de soledad, y “Look At Me”, donde se pregunta quién es realmente (”Mírame, ¿Quién se supone que soy?”).
Otro de los temas tratados es la crítica social. “Working Class Hero” es un tema folk que juzga la división de clases y las formas en que las personas son controladas por las instituciones (“Te mantienen drogado con religión, sexo y televisión”), y “I Found Out” un hard-rock basado en guitarras distorsionadas donde el músico ataca a las organizaciones religiosas que utilizan un discurso superficial para atraer seguidores (“No hay ningún gurú que pueda mirar a través de tus ojos”).
Sin dudas, la canción más fuerte del disco es “God”, donde Lennon derriba a aquellos personajes que la sociedad eleva hasta el punto de convertirlas en “dioses”. Aquí, afirma que no cree en Jesús, Hitler ni Elvis para finalmente llegar a la frase: “No creo en los Beatles”. Tras un silencio que parece cortar la respiración de quien escucha, el cantante dice: “Sólo creo en mí, en Yoko y en mí”, lo que demuestra su nueva prioridad.
“John Lennon/Plastic Ono Band” es en cierta forma una “terapia musical” donde el ex beatle utiliza canciones para exhibir su dolor, enojo e inseguridades. Este es considerado uno de sus mejores trabajos, ya que Lennon crea su álbum más personal y demuestra que la música puede ser usada como un excelente canal de expresión emocional.