Carlitos restaura y personaliza bicicletas antiguas en su casa del Prado, y desde hace un tiempo en forma paralela trabaja en todo lo referente a la base histórica de la bicicleta en Uruguay. Marcas, modelos, bicicleterías antiguas, ciclistas, y todo tipo de historias en general.
¿Cuántas bicicletas tenés?
En total unas treinta y una reserva de partes y bicicletas sin restaurar de más de cincuenta. La más antigua es una Peugeot francesa de dama del año 1918.
¿Tu favorita?
Todas, jaja!… No las puedo definir, pero hay una que la llamo “Patricio” que es mi compañera de tardes en el Prado. Es una Fagas inglesa de 1930 y está customizada al estilo Path Racer.
¿Qué es lo que más busca la gente y cómo hacés para hacerlo realidad?
Viene mucha gente buscando restaurar sus viejas bicicletas con un valor afectivo importante. Lo más denso es conseguir las piezas faltantes, pero también es lo más divertido. Recorro bicicleterías antiguas, ferias de antigüedades y si no las encuentro se traen desde el extranjero.
Recorriendo la casa vi que tenés una bici de la USA ARMY y una de reparto de Coca-Cola. Deben tener mucha historia encima…
La del ejército americano es marca Columbia de 1943 que perteneció a un soldado desertor de la guerra y se vino para Uruguay. La de Coca-Cola es una reproducción de una vieja repartidora americana de los años 40 o 50. Está armada con piezas originales de la época.
¿Cuánto hay de pasión en lo que hacés?
Todo, el 100% porque es algo que lo hago paralelo a mi trabajo, pero es en realidad lo que me llena el alma y mi sueño es poder vivir de esto.
Tenés muchas anécdotas. Contame una…
Hace unos años arranqué haciendo esto para mí y armé una página y un muchacho me preguntó si restauraba bicicletas y si no me animaba a hacer el trabajo. Así empecé. lo gracioso es que esa bicicleta aún está en el taller esperando conseguir piezas originales.
¿Qué es lo que más te gusta del trabajo?
Que con cada cliente terminamos generando una amistad. Porque no vienen bicicletas sólo para rodar, sino que vienen con grandes historias.
¿La historia de algún cliente que te haya impactado?
Una bicicleta que era el único recuerdo que tenía la hermana del dueño, que fue chico desaparecido en la dictadura. Pero hay muchas, y cada historia es distinta e importante.
¿Un sueño?
Tener armado mi taller y que no sólo sea un taller, sino un lugar de encuentro y escuchar historias.
¿Una utopía?
Poderme ir al pasado y vivir cada década de la bicicleta.
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